Capitulo 3. Retórica y Jurisprudencia: La Búsqueda de la Verdad en el derecho (Verosimilitud y jurisprudencia) Por: Japhet Torreblanca
Capítulo 3. Verosimilitud y
jurisprudencia
En este tercer apartado exploraré cómo las decisiones
judiciales no solo están basadas en la letra de la ley, sino también en lo que
se considera verosímil dentro de un marco cultural y social específico. Por
último, a través de algunos ejemplos de casos legales buscaré ilustrar al final
del capítulo, cómo diferentes interpretaciones de lo verosímil pueden influir
en variadas decisiones legales, evidenciando así -lo que es nuestro objetivo-
el papel crucial de la retórica y la argumentación en la práctica jurídica.
En el laberinto de las leyes y el derecho, donde las
palabras tejen realidades y las realidades se disuelven en palabras,
encontramos lo verosímil, una delicada danza entre lo que se percibe y lo que
se cree. Como en algunos poemas, cada línea en un argumento legal lleva el peso
de innumerables interpretaciones, cada una moldeada a su vez por el crisol
cultural en el que ha sido forjada.
Desde esta perspectiva me gustaría iniciar con destacar el diálogo entre las ideas de Roland Barthes y la práctica jurídica, resaltando cómo la retórica y la percepción cultural se entrelazan con la interpretación y aplicación de la ley. Para Roland la inclusión de elementos triviales o aparentemente irrelevantes en una obra literaria cumple una función significativa: proporcionar una cierta ilusión de realidad, interpretación que puede transpolarse -como iremos viendo más adelante- al derecho y a sus verdades relativas en el ámbito de la decisión judicial y la colaborativa constitución de apariencia y probabilidad en la toma de decisión judicial.
Nos dice también Roland, que: Este tipo de detalles
sirven para anclar la narrativa en un contexto que se percibe como real, aunque
no aporte directamente a la trama principal. La autenticidad de la obra
literaria se ve reforzada por la presencia de estos detalles que, aunque puedan
parecer superfluos, en realidad enriquecen la experiencia del lector y le
permiten relacionarse más profundamente con el texto (Barthes, 1972).
Ahora, antes de asumir demasiado a prisa la
transpolación, consideremos que en el derecho y para la realidad jurídica, se
sostiene como premisa general, que el problema de la determinación de los
hechos en el proceso no consiste en verificar si es posible, en este ámbito,
alcanzar la verdad “material” o “absoluta” a su respecto, sino de analizar qué
grado verdad (relativa) es aceptable perseguir como finalidad del sistema de
justicia (L. Giannini, 2013). Desde este
punto de vista, el derecho está relacionado con entender hechos en disputa y,
por ende, con descubrir un tipo de verdad.
En resumen, en este capítulo nuestro análisis parte de
la premisa de que la relación entre el derecho y la verdad es diferente a la
relación de la verdad con otras disciplinas científicas. Una razón importante
para esta diferencia es que los elementos fundamentales del derecho abarcan
diferentes áreas del conocimiento, como los valores, los hechos y las reglas
jurídicas.
Exploramos por eso, la intersección entre la
verosimilitud y la jurisprudencia, y vemos por eso cómo las percepciones
culturales y retóricas influyen en la interpretación legal. La verosimilitud,
más que una simple medición de la verdad, actúa como un barómetro de lo
plausible dentro del marco legal, influenciado por la cultura y la tradición.
Hay una primera diferencia que trazar, la de la verdad
con lo verosimil: Como se desprende de lo dicho, entre esos dos vocablos no hay
coincidencia, porque para que algo sea verdadero –verdad–, deberá de estar
probado; en cambio, para que algo sea verosímil, basta que se repita de manera
constante: “el concepto de verosimilitud se relaciona con la apariencia de que
un relato sobre la realidad sea verdadero, lo que nada dice acerca de si
existen elementos de convicción que permitan justificar en concreto la
existencia del hecho en cuestión” (J.Ruiz, 2016).
En derecho, el concepto de verosimilitud se refiere a
algo que parece ser verdadero o correcto, aunque no esté completamente probado.
Este concepto es fundamental en áreas como el derecho administrativo y ha sido
adoptado en otras ramas, como en el derecho de amparo. Específicamente, se
utiliza para describir situaciones donde parece haber un buen fundamento legal
y un riesgo por demoras en la justicia.
Aunque para llegar a la verdad no siempre es necesario
que algo sea similar o parecido, la verosimilitud juega un papel importante.
Activa ciertos procedimientos legales que no requieren que un hecho esté
completamente demostrado para ser considerado en un caso legal. La
verosimilitud se refiere a algo que parece cercano a la verdad, lo que es
suficiente para ciertas acciones legales.
La función de la verosimilitud en el razonamiento
jurídico, destaca su rol en la argumentación y la toma de decisiones
judiciales. La verosimilitud, en este sentido, no se limita a la precisión
factual, sino que se extiende a lo que es creíble y aceptable en un contexto
cultural determinado.
El concepto de verosimilitud en la jurisprudencia es
un reflejo de la retórica clásica, donde no sólo importa lo que es verdadero,
sino también lo que parece serlo. En el ámbito legal, esto significa que un
argumento o una prueba no sólo deben ser fácticamente sólidos, sino también
creíbles y convincentes para el juez y el jurado. Esta creencia en la
verosimilitud se convierte en un poderoso instrumento retórico que puede
inclinar la balanza de la justicia.
No podemos obviar que los factores culturales y
sociales influyen en lo que se considera lo verosímil dentro del sistema
jurídico. Diferentes sociedades pueden tener variadas percepciones sobre qué
constituye una evidencia creíble o un argumento convincente. Por ejemplo, en
algunas culturas, el testimonio de ciertos grupos sociales podría ser
considerado más fiable que en otros, lo cual puede impactar significativamente
en la interpretación de la ley y en las decisiones judiciales. La percepción
cultural de la verosimilitud ha influido en el resultado de procesos
judiciales, resaltando cómo estas percepciones pueden variar y afectar la
justicia.
A pesar de lo dicho, no hay que olvidar que la cultura
y el entorno social afectan la interpretación de lo que es verosímil en el
contexto jurídico. Por ejemplo, ciertas percepciones culturales sobre
credibilidad, honorabilidad y confiabilidad pueden variar significativamente
entre diferentes sociedades y cómo esto afecta la interpretación de la ley y
los resultados judiciales. Hay muchos ejemplos que pueden reforzar y establecer
el hecho de cómo las expectativas y normas culturales influyen en la valoración
de las pruebas y testimonios en los tribunales, y cómo esto puede llevar a
diferentes conclusiones legales en contextos culturales distintos, buscó de
este modo ilustrar la complejidad de la jurisprudencia en un mundo
multicultural y globalizado.
Por otro lado, y no menos importantes son los desafíos
epistémicos que plantean dificultades en la interpretación y aplicación de la
verosimilitud en el derecho. Estos desafíos surgen de la naturaleza subjetiva
de la percepción y la interpretación, lo que lleva a cuestionar la objetividad
en la evaluación de la evidencia y la argumentación en los procesos legales. En
ese mismo sentido la lógica y la interpretación juegan un papel crucial en el
razonamiento jurídico, que se ve afectado por la retórica y la persuasión.
Los desafíos asociados con sustentar decisiones
judiciales basandose solo en la noción de verosimilitud, incluyen también la
posibilidad de sesgos y malinterpretaciones. La verosimilitud, en este sentido,
se convierte en un concepto dinámico y maleable, sujeto a las fluctuaciones de
la interpretación y la percepción cultural.
Para terminar me gustaria abordar una dimensión más práctica
de la aplicación del concepto de verosimilitud en el derecho, como casos de
medidas cautelares, donde se plantean a menudo interrogantes sobre la
fiabilidad y la credibilidad de las pruebas y testimonios. Este concepto se
complica aún más por la subjetividad y la interpretación cultural, lo que puede
llevar a variaciones en las decisiones judiciales.
La jurisprudencia maneja esta complejidad,
especialmente en casos donde la interpretación de la verosimilitud puede ser
decisiva. La falta de certeza absoluta sobre la existencia de un derecho se
equilibra con la necesidad de tomar decisiones judiciales prudentes. Solo desde
ahí se puede comprender los desafíos inherentes a evaluar la verosimilitud en
situaciones legales donde la certeza absoluta es inalcanzable.
La práctica jurisprudencial maneja la verosimilitud en
situaciones donde la certeza absoluta no es posible, especialmente en medidas
cautelares. Los tribunales equilibran la necesidad de actuar sobre la base de
la verosimilitud de las afirmaciones presentadas, sin tener una certeza
completa. Este equilibrio es crucial para tomar decisiones judiciales
informadas y justas.
La aplicación de la verosimilitud en medidas
cautelares y decisiones judiciales refleja la complejidad de equilibrar la
lógica jurídica con la incertidumbre inherente a la interpretación de las
pruebas. Nuestro enfoque afecta tanto la percepción pública de la justicia como
la propia administración de la justicia, refiriéndose a los casos donde la
verosimilitud ha sido un factor clave en la toma de decisiones judiciales.
Así en el campo del derecho la verosimilitud desempeña
un papel esencial cuando se carece de información o evidencia completa para
llegar a una conclusión definitiva. Este término se relaciona con la apariencia
de verdad o credibilidad, aunque no esté totalmente probado. Es particularmente
relevante en el derecho administrativo y de amparo, donde se utiliza para
describir situaciones que parecen tener un fundamento legal sólido y un riesgo
asociado con la demora en la justicia. En tales casos, los jueces pueden tomar
decisiones basadas en la apariencia de buen derecho, lo que significa que,
según la información disponible, el argumento del demandante parece plausible y
una demora en el proceso judicial podría causar daños irreparables.
En un nivel más amplio, la verosimilitud sirve como un
estándar de prueba más flexible y adaptable, fundamental en procedimientos
legales donde la verdad absoluta es inaccesible o poco práctica. Así, en el
derecho, donde la certeza absoluta no siempre es posible, se buscan indicios
que apunten a lo que parece más probable o creíble según las circunstancias y
la evidencia disponible. Esta aplicación de la verosimilitud influye en la toma
de decisiones judiciales, permitiendo a los jueces avanzar en casos legales
incluso en ausencia de una evidencia completa o concluyente.
5.
Lista de referencias
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Gredos.
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